Después de las vacaciones podemos incorporar a nuestra lista de buenos propósitos el Consumo Responsable, que se entiende como la forma de consumir bienes  y servicios valorando la justicia social, la protección del medio ambiente, la ética y la sostenibilidad.

Se trata de un consumo más moderado, reflexivo y crítico. Al obtener un producto,  el consumidor además de satisfacer un deseo o una necesidad, tiene en cuenta las repercusiones sociales y ambientales de su elección.

Los tiempos de abundancia y crédito fácil nos acostumbraron al consumo de cosas que no necesitamos y que además, podían ser dañinas para nuestra salud y para la salud del planeta.

Esta guía plantea ideas para consumir con sentido común y caminar hacia un estilo de vida más saludable, sostenible y solidario. Editada por Setem y subvencionada por el Ayuntamiento de Valencia

Mas info sobre el tema en http://www.sostenibleycreativa.es/